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Wednesday, October 15, 2025

El enfoque arquitectónico de Félix Candela,





trasciende las restricciones del funcionalismo clásico al integrar una concepción plástico-estructural en la que la forma no se subordina a una función utilitaria, sino que emerge como resultado de una exploración material, técnica y estética profundamente unificada; influenciado por la tradición racionalista, pero también por una sensibilidad poética hacia la materia y el espacio, Candela desarrolló una arquitectura basada en las cáscaras de hormigón armado, estructuras delgadas y curvas que desafiaban los principios convencionales del diseño funcionalista, demostrando que era posible alcanzar una economía de medios sin renunciar a la expresividad formal, en su obra, el cálculo estructural no era un fin en sí mismo, sino una herramienta para liberar la forma y multiplicar sus posibilidades simbólicas, lo que lo posiciona más cerca del estructuralismo plástico que del funcionalismo ortodoxo, cuya tendencia era reducir la arquitectura a una lógica de eficiencia y repetición; en este sentido, Candela representa una vía alternativa dentro de la modernidad arquitectónica, donde la tecnología no aplasta la imaginación sino que la potencia, permitiendo la creación de espacios abiertos, luminosos y dinámicos, con una fuerte carga sensual y simbólica, desafiando así la idea moderna de que la belleza debía ser el subproducto inevitable de la función, y proponiendo en cambio una síntesis entre cálculo, arte y experiencia que anticipa posturas más contemporáneas sobre la materialidad sensible del espacio, haciendo de su legado una crítica silenciosa pero poderosa a los dogmas del funcionalismo racionalista.