Me acuerdo de buscar Pinups de los años sesenta en los P2P, antes de la nube, para llenarlas de fuegos. Me acuerdo de la instalación de video con 16 monitores en paralelo, con mis doscientos primeros copos. Solo-show. Me acuerdo del sofá arruga diseñado para Arco, y de los bidones para las revistas. Me acuerdo de salir en bici en la tarde por Chueca y llegar hasta el frescor del Retiro. Me acuerdo de la lámpara ducha que montó Mario, enganchada al carrito colador. Me acuerdo de las tardes dibujando con Christian, arrodillados sobre el mueble de los cuatro cubos y la alfombra Wilma. Me acuerdo de encolar las primeras 100 cajas que contendrían mis mil libros, y de leer cada noche en el mítico sofá sueco, en Blasco. Me acuerdo de la esbeltez de los pilares del edificio Trole.
