Los autores que grabaron sus obras en los estrenos, da igual cuando fuera, quieren ahora que la memoria de sus trabajos quede pegada en los nuevos formatos digitales y en la red, que haya hechos. Que todo lo sucedido no quede olvidado y sea accesible para los que llegan ahora a su pasado, muchos años después. Cada escena de los tiempos remotos queda registrada en un plano largo, apenas editada. Es una mirada de cámara analógica sobre trípode, tipo webcam, el ojo que aspira y guarda, un punto que abre y succiona bidimensionalmente esa escena propuesta en el espacio teatral, el producto. El público es ahora un nuevo consumidor crítico de espacios pasados. Es tiempo para los historiadores y los hermeneutas.
Observando en Youtube algunos elementos escenográficos de la obra histórica de Rodrigo García, anoto algunos pasajes recurrentes, como los amasijos de cuerpos y las palabras ligadas a la cultura popular. Encuentro con simpatía la primera pieza que vi en el año 1998 con Sweety Rainer Pan en la sala Cuarta Pared. Protegedme de lo que deseo. Una paráfrasis de una pieza de Jenny Holtzer. Nos invitó la actriz-performer Patricia, que aparcó sus estudios de arquitectura unos años para dedicarse a la escena más fresca e innovadora de la ciudad. Recordaba de aquel día, aún éramos tan jóvenes, las escenas sexuales con los enanos, los huevos fritos, las voces bruscas y los balones de fútbol. Un partido sin reglas. Aquí nace mi vínculo con este autor y dramaturgo, tiempo atrás.