es un elemento de producción artística, y puede depender de la intención del director y del estilo de la obra. No hay una regla fija, ya que diferentes producciones pueden destacar diferentes aspectos para lograr sus objetivos artísticos. Por ejemplo, en una obra de teatro experimental, la iluminación y la escenografía pueden tener un papel más dominante para crear atmósferas únicas. En una producción musical, la música y la coreografía pueden ser aspectos dominantes. En una ópera, la música y la narrativa pueden ser centrales. En términos generales, la dominancia puede cambiar a lo largo de una producción, y a menudo es la combinación equilibrada de estos elementos lo que hace que una obra sea exitosa. Dependerá de la visión del director y del enfoque artístico de la producción en particular.
