Henk Peeters (1951) "Este autorretrato lo hice a los 21 años, cuando fumaba en pipa, algo que, naturalmente, te daba cierto estatus. Al ver esta obra, noto una gran diferencia con lo que hago ahora. En ese entonces, era otra persona, como creo que todos cambiamos cada día. Hay un poema que dice: ‘una buena persona es alguien diferente cada día’, y siento que me representa bien. Mi obra, aunque diversa y de distintas épocas, sigue siendo parte de mí. Durante la época del movimiento Nul, del que fui parte, creábamos formas y patrones repetitivos, una uniformidad que era nuestro sello. Aunque he cambiado mucho, esa influencia persiste en mí. Hoy trabajo en lo que quiero, sin preocuparme por lo que los demás piensen. En aquel tiempo, queríamos cambiar el mundo; no sé si encontramos la solución perfecta, pero logramos cambios."¡
Niek Kemps (1952) "En mi juventud, sentía la presión de posicionarme, como si siempre tuviera que tomar una postura para pertenecer. Esto influía en quién era, en lo que decía y hacía. Probé muchas cosas y me encontré en lugares inesperados, como la academia de arte, donde descubrí un mundo totalmente nuevo para mí. El arte, y luego el teatro, abrieron nuevos horizontes, dándome un sentido de pertenencia que no había sentido antes. Aquí pude desarrollar mi creatividad y explorar límites tanto personales como artísticos. El lenguaje se convirtió en un elemento esencial en mi trabajo; descubrí que los títulos y los textos añadían capas de significado. Me fascinaba cómo las palabras podían dar nueva profundidad a la obra, creando mundos conceptualmente ilimitados."
Irene Fortuyn (1953) "Considero los museos como espacios donde la gente puede escapar de la rutina diaria. Pero, ¿por qué el arte tiene que estar siempre dentro de las paredes de un museo? ¿Por qué no llevarlo al exterior, al mundo que nos rodea? Así, el paisaje puede convertirse también en un lienzo, y todos pueden sentir y experimentar tanto el arte como la naturaleza. Holanda es, en sí misma, una especie de escultura creada por el hombre. Muchas decisiones sobre nuestro entorno se toman en oficinas, pero las personas que viven y trabajan en esos lugares tienen un conocimiento único y profundo de ellos. Este proyecto trata de hacer visible esa sabiduría local. Aunque el proceso puede parecer más teórico, el verdadero trabajo está en hablar con las personas, escucharlas y observar. Para mí, el arte no es solo el producto final que se muestra en una galería; el proceso de investigación y las conexiones que establezco son igualmente valiosos."
Jan Roeland (1954) "Cuando pinto, primero intento encontrar la composición adecuada, probando si la forma encaja en una esquina y cómo se relaciona con el resto. Cada forma tiene que estar en el lugar perfecto para crear tensión en la imagen, porque si no están bien ubicadas, la composición pierde su fuerza. Reviso la posición de las formas una y otra vez hasta que todo está en su sitio y el conjunto adquiere una coherencia que no es casual. A veces, añado líneas negras para reforzar una forma o ajusto los colores buscando equilibrio. Para mí, el color es determinante en una pintura; deben complementarse para formar un todo."
Hans Eijkelboom (1955) "Ponerse una chaqueta parece algo trivial. Para mí, con la mayoría de mis chaquetas es un acto pequeño, excepto con una que tiene un botón extra. Tomo mi cámara, guardo el disparador en el bolsillo y estoy listo para empezar a fotografiar. Lo que más me impresiona de la humanidad lo veo cuando camino por la Kalverstraat, observando a la gente y sus movimientos. Es un proceso elevado y poético, lleno de significado para mí. A la vez, trato de no ‘adornar’ mis fotos. Si una foto comienza a parecer más que una simple captura de un fenómeno, la saco de la serie, ya que distrae de lo que quiero expresar: inventarios y registros."