Herman Gordijn (1956) "Existen ciertos tabúes: la fealdad, la gordura, la vejez. Pero no considero feas a las figuras corpulentas que pinto. La vejez puede ser difícil, pero disfruto viendo el proceso de envejecer. Cuando terminé la Academia, el expresionismo abstracto estaba en auge, pero nunca me identifiqué con él; en cambio, encontré mi camino en la representación humana. Un simple gesto puede conmoverme profundamente, suficiente para empezar una pintura. Comienzo con un pequeño esbozo, que para mí basta para recordar la imagen y desarrollar una serie. En el proceso, que puede durar años, ajusto continuamente detalles para que la obra alcance su expresión completa."
Robert Zandvliet (1957) "Comencé a pintar sin un plan específico, explorando una piedra común y simple, la cual me fascina precisamente porque no es especial. Los cuadros de Giorgio Morandi me enseñaron lo difícil que es capturar la simplicidad. Antes pintaba objetos creados por el hombre, pero ahora trabajo con formas naturales. Quiero que mis pinturas existan sin necesidad de explicación, que hablen por sí mismas. Repito la misma imagen una y otra vez, esperando que en algún momento su esencia se revele. Este proceso es mi nueva forma de investigar, de ver cómo mi obra se conecta con el mundo."
Henk Visch (1958) "Veo el arte como una forma de comunicar sin palabras, creando imágenes que evocan sentimientos y memorias. La finitud y lo efímero me interesan especialmente, explorando la tensión entre atracción y rechazo en mi trabajo. Usando elementos como ojos y pupilas, simbolizo nuestra percepción de los demás. Aunque mi proceso puede parecer caótico, está lleno de una filosofía profunda sobre el papel del arte y cómo conecta al artista con su obra."
Hans van Houwelingen (1959) En los últimos 15 años, me he dedicado cada vez más a proyectos artísticos, aunque no me considero alguien que crea arte todos los días. Mi formación es en escultura, pero a menudo los proyectos evolucionan de manera inesperada. Actualmente trabajo en una instalación de tres piezas para la nueva sede provincial en Leeuwarden, donde exploro temas históricos y culturales, especialmente en los paneles laterales. Uno de los elementos de esta obra es una armadura gótica, inspirada en modelos históricos que estudié en museos y que finalmente me llevó a colaborar con un especialista en recreación histórica de Londres. La armadura está fabricada en porcelana, un material poco común para estos usos, pero cuya fragilidad y elegancia se alinean con la cultura frisona: majestuosa, delicada y refinada.
Willem de Rooij (1960)