sábado, 31 de mayo de 2025

Gunnel Wåhlstrand

 



Wåhlstrand pinta a partir de imágenes de archivo familiar —especialmente de su padre, quien se suicidó cuando ella tenía un año— en un intento de reconstruir un vínculo con una figura ausente, abordando el vacío con una mezcla de devoción y método rigurosamente introspectivo; cada obra requiere meses de trabajo en silencio, acompañada de música repetitiva y en un proceso que ella misma describe como secreto y performativo, ya que una vez aplicada, la tinta no admite corrección, lo que convierte cada gesto en un acto de riesgo emocional; sus retratos de su madre, son de una ternura y concentración conmovedoras, mientras que sus paisajes evocan la quietud narrativa de Hammershøi, creando escenas donde algo o alguien parece haber partido o estar por llegar;