Sábado

 

En la puerta del Centro Dramático Nacional hay un saco de dormir azul, largo, agusanado, con alguien dentro, una persona, uno de los nuestros, que se arrima al templo del drama sin pedir permiso.

Sábado

La flor del café es perfecta. La temperatura no tanto. Los muchachos llevan tatuajes por todo el brazo. Apenas les queda lienzo y la vida es larga. Se atigran ya desde muy jóvenes, es necesario.

Lunes

Los chavales llevan el trap colgado. La voz distorsionada y aguda del autotune inunda la calle. Hace fresco, el invierno aún se pasea por abril. En el café los hay de cruasán y los hay de porras, señores con chaleco y camisa de cuadros. 

Sábado

 

Los gitanos cantan sus precios, sus objetos a las señoras que pasean y curiosean. Muchas llevan velo, las niñas no. Dan bragas y calcetines al euro. Se venden sartenes y pantuflas de colores. Los monederos descargan la calderilla.