Ramon Llull (1232-1315), pensador mallorquín, fue un polímata franciscano que combinó teología, filosofía, ciencia y literatura en una obra vastísima de más de 243 títulos escritos en catalán, latín y árabe. Su vida, marcada por una conversión mística a los 30 años tras una serie de visiones de Cristo crucificado, dio paso a un ambicioso proyecto de evangelización racional y pacífica de judíos y musulmanes, apoyado en el conocimiento lingüístico y en su sistema lógico denominado Ars Magna, una herramienta proto-computacional concebida para demostrar verdades teológicas mediante combinaciones geométricas y simbólicas. Llull se opuso al averroísmo y propuso la identificación de fe y razón como caminos convergentes hacia la verdad, desafiando la idea de la doble verdad sostenida por algunos pensadores árabes. Su obra incluye tratados místicos, novelas alegóricas, manuales pedagógicos, proyectos de cruzadas, visiones escatológicas y propuestas de reforma eclesiástica. Fue pionero en sistematizar el conocimiento mediante analogías orgánicas, como en su Arbre de ciència, anticipando métodos científicos y heurísticos modernos. Aunque perseguido póstumamente por la Inquisición, fue protegido por reyes y beato desde 1847. Su figura resurgió en el Renacimiento y hoy es considerado precursor de la informática, la inteligencia artificial y la lógica formal. Su legado perdura en universidades, homenajes académicos y referencias culturales, siendo patrón de los informáticos españoles desde 2001 y símbolo de la unión entre razón, fe y creatividad.