jueves, 27 de febrero de 2014

LOS CARPINTEROS | IVORY PRESS | MADRID 27.02.14



Paseo de tarde con María Enríquez. Salimos al atardecer desde Tesoro. Atravesamos barrios hacia el norte a buen ritmo. De camino enontramos un hermoso garaje de los años cincuenta y una nueva presa. Llegamos al show ecléctico de los Caprinteros en Ivory Press. Estamos solos. La recepcionista sonríe. Leo los folletos. Nos reciben tres piezas metálicas que clonan la estructura de los anuncios de carretera. Se solapan entre ellas y los textos se empastan. Con una se entendería. Son pequeñas, la inversión de Oldenburg, estructuras pop con mensajes duros. La sala grande tiene varias piezas, que en conjunto generan desaliento, el peso de los plintos y las luces quitan mucha potencia a la museografía, que sabe a show antiguo. Al fondo se ven unos puntos iluminados. Lo diminuto genera curiosidad. Son unas hermosas esculturas en forma de galletas politizadas, galletas maría marxistas. Al lado hay unas inmensas rastas, gran mata de pelo cardado, me recuerdan a un gran calamar varado. Sobre los plintos hay relojes metalizados sin tiempo y un ladrillo compuesto de ladrillos en minatura. Minimal pop. En una salita bien acondicionada, y con un sofá cómodo, vemos un video espléndido. En la entrada un cartel avisa que el contenido es explícito. Una joven pareja mulata mantiene un encuentro sexual en una cama de una habitación. Engancha por los cortes rápidos y los ángulos frescos, vemos como se disfrutan, y como súbitamente los cuerpos ya no son los mismos, son otros, también gozándose, pero mas viejos, más flácidos, mas rellenos. Estos nuevos cuerpos se gozan con el mismo ímpetu. Queda la duda al verlo una vez si hay una o dos transiciones de cuerpos. Buen show. La fotografía en blanco y negro es impecable. Dura diez minutos. Entra en bucle y salimos al aire. Ya noche cerrada. Tomamos cañas en una tabernita andaluza a la vuelta. Suena de fondo la guitarra de Paco de Lucía, que ayer murió en México, comemos boquerones fritos y calamares en su memoria. 

miércoles, 26 de febrero de 2014

VELÁZQUEZ 100 | 25.02.14 | PLANCTON




Medimos la casa a palmos. Revisamos todos los cajones. Preparamos la pronta huida. Cada libro pesa. Bebemos aguardiente en vasos diminutos. Se seleccionan tumores de cada habitación y se ausculta cada pared. El viernes recibimos a los invitados, en la noche. El accionismo es exigente y privado. No son performances derivadas del teatro, no hay público. Son poemas mínimos, puestas en escena de ideas preparadas en las conversaciones previas. Habrá vino en cucharas, puntal de libros y acumulaciones quirúrgicas. La entrega es la entrada.