Saturday, November 22, 2025

El Evangelio según el Hijo * Norman Mailer



Soy el que en aquel tiempo bajó de Nazaret para ser bautizado por Juan en el río Jordán. Y el Evangelio de Marcos afirmaría que durante mi inmersión los cielos se abrieron y vi «un espíritu que bajaba en forma de paloma». Una voz retumbante dijo: «Tú eres mi Hijo bienamado, en quien me complazco.» Después el Espíritu me empujó al desierto, y allí permanecí durante cuarenta días y fui tentado por Satanás. No es que el Evangelio de Marcos sea falso, no me atrevería a decir tanto, pero hay en él mucha exageración. Y todavía más en los de Mateo, Lucas y Juan, quienes ponen en mi boca palabras que jamás pronuncié, y me califican de manso en ocasiones en que estaba lívido de ira. Sus palabras fueron escritas muchos años después de mi muerte, y sólo repiten lo que les contaron los ancianos. Y éstos eran realmente muy viejos. La raíz de verdad que hay en tales historias es tan débil como la de esos arbustos que ruedan arrastrados por el viento. Así que voy a ofrecer mi propia versión. A aquellos que se pregunten cómo han llegado mis palabras a esta página, les diría que lo consideren un pequeño milagro. (En mi evangelio, después de todo, contaré milagros.) Sin embargo, espero ser fiel a la verdad. Lo que pretendían Marcos, Mateo, Lucas y Juan era aumentar su grey. Y lo mismo puede decirse de otros muchos evangelios escritos por otros hombres. Algunos de ésos se dirigían sólo a judíos dispuestos a seguirme tras mi muerte, y algunos predicaban a gentiles que odiaban a los judíos pero tenían fe en mí. Puesto que cada uno procuraba fortalecer a su propia iglesia, ¿cómo no iban a mezclar lo que era cierto con lo que no lo era? Pero resultó que, de todas esas iglesias, prevaleció una, y ésta escogió sólo cuatro evangelios y condenó a los demás por colocar «palabras sacras e inmaculadas» junto a «desvergonzadas mentiras». También es cierto que si en vez de ser cuatro los evangelios escogidos hubieran sido cuarenta, poco importaría. Pues la verdad que revelan unos ni siquiera es mencionada en otros. Lo que voy a contaros no es un relato sencillo ni carente de sorpresas, pero es la verdad, al menos hasta donde yo la recuerdo.