Ramon Llull (1232-1315), pensador mallorquín, fue un polímata franciscano que combinó teología, filosofía, ciencia y literatura en una obra vastísima de más de 243 títulos escritos en catalán, latín y árabe. Su vida, marcada por una conversión mística a los 30 años tras una serie de visiones de Cristo crucificado, dio paso a un ambicioso proyecto de evangelización racional y pacífica de judíos y musulmanes, apoyado en el conocimiento lingüístico y en su sistema lógico denominado Ars Magna, una herramienta proto-computacional concebida para demostrar verdades teológicas mediante combinaciones geométricas y simbólicas. Llull se opuso al averroísmo y propuso la identificación de fe y razón como caminos convergentes hacia la verdad, desafiando la idea de la doble verdad sostenida por algunos pensadores árabes. Su obra incluye tratados místicos, novelas alegóricas, manuales pedagógicos, proyectos de cruzadas, visiones escatológicas y propuestas de reforma eclesiástica. Fue pionero en sistematizar el conocimiento mediante analogías orgánicas, como en su Arbre de ciència, anticipando métodos científicos y heurísticos modernos. Aunque perseguido póstumamente por la Inquisición, fue protegido por reyes y beato desde 1847. Su figura resurgió en el Renacimiento y hoy es considerado precursor de la informática, la inteligencia artificial y la lógica formal. Su legado perdura en universidades, homenajes académicos y referencias culturales, siendo patrón de los informáticos españoles desde 2001 y símbolo de la unión entre razón, fe y creatividad.
domingo, 20 de julio de 2025
In the museum’s basement
Aldo Rossi to my left, Nevelson behind me, Beuys still talking to the coyote. I scroll. Outside, it’s forty degrees and tourists are roasting like chestnuts. Somewhere out there, maybe someone still enjoys writing paragraphs—small snowballs of thought. Likes art. Laughs easily. Loves video art that lingers like a dream and installations that swallow you whole. Feels awe before oceans and eats street food like a ritual. Enjoys torrential rain as much as ruthless sun. I’m here, mildly refrigerated. If you like telling stories—or receiving them—then yes, definitely, write me
sábado, 19 de julio de 2025
viernes, 18 de julio de 2025
Pluralidad constitutiva del bienestar personal
El ensayo de Brad Hooker sostiene que el bienestar no se reduce a un solo componente sino que se compone de múltiples elementos fundamentales, algunos de los cuales poseen un valor no instrumental e intrínseco. Hooker identifica cinco elementos esenciales que configuran el bienestar: placer, amistad, logros significativos, conocimiento importante y autonomía, excluyendo de esta lista tanto la apreciación de la belleza como la vida moralmente virtuosa. Esta pluralidad se sostiene sobre la base de experimentos mentales que aíslan cada elemento y analizan si su presencia, aun en ausencia de los demás, mejora la vida de un individuo. Por ejemplo, argumenta que el placer inocente —aquel que no deriva de logros o metas valiosas— aún puede incrementar el bienestar, desafiando así teorías que subordinan el valor del placer a su rol instrumental. De igual modo, defiende que la amistad no es simplemente un tipo de logro, ya que su introducción en una vida previamente carente de vínculos personales proporciona un beneficio que va más allá de la acumulación de logros. El texto también se opone a las teorías que exigen la combinación de estos elementos para generar bienestar, como la defendida por Raz, al mostrar que incluso de manera separada, cada uno puede ofrecer beneficios considerables. Finalmente, Hooker justifica la utilidad del concepto de bienestar como agregador evaluativo en decisiones que implican compensaciones entre distintos elementos y personas, subrayando así su relevancia práctica y teórica incluso una vez descompuesto en partes constitutivas.
Positive Causal Networks and the Architecture of Well-Being
Michael Bishop’s proposal reframes well-being not as a list of disconnected traits but as the dynamic integration of Positive Causal Networks (PCNs), which are self-reinforcing clusters of beliefs, emotions, and cognitive styles characterized by positive hedonic tone—the tendency to generate and sustain good feelings and culturally valued states; rather than offering a static definition, Bishop emphasizes the structure and dynamics of these networks, where elements such as gratitude or physical activity act as PCN fragments—beneficial but insufficient on their own to constitute well-being; PCNs function like homeostatic property clusters, naturally co-varying elements that reinforce one another in upward spirals (e.g., friendliness enhancing happiness, which in turn promotes more friendliness), and their robustness depends on the variety, intensity, and interconnection of their components; crucially, Bishop argues that well-being is multiply realizable, meaning different individuals (and even non-human animals) can instantiate it through diverse PCN configurations, thus avoiding reductive or paternalistic approaches to welfare; this view provides a unifying theoretical framework for both philosophical analysis and empirical research, allowing positive psychology to move beyond fragmented findings and towards a cumulative, context-sensitive science; the key implication is that fostering well-being involves cultivating and sustaining the right causal structures, not just targeting isolated variables, and this insight reorients policy and intervention strategies toward enabling conditions that support the emergence and maintenance of PCNs across varied lives and settings.
La noción de bienestar eudaimónico
La noción de bienestar eudaimónico (EWB) ha emergido como pilar central dentro de la psicología positiva, destacándose por su enfoque en el desarrollo del potencial humano más auténtico en contraposición a visiones hedonistas del bienestar centradas en la mera obtención de placer; partiendo del pensamiento aristotélico, donde la felicidad se asocia con la virtud y la autorrealización, esta perspectiva ha sido retomada por investigadores contemporáneos como Waterman y Ryff, quienes redefinen la eudaimonía como la realización de actividades que expresan el verdadero yo o daimon, lo cual implica un compromiso profundo con metas significativas y la vivencia de experiencias personalmente expresivas que permiten el florecimiento humano; Ryff, en particular, propuso un modelo de bienestar psicológico (PWB) basado en seis dimensiones —autoaceptación, relaciones positivas, crecimiento personal, dominio del entorno, propósito vital y autonomía— que reflejan este paradigma eudaimónico; en contraste, el bienestar subjetivo (SWB) típico de la tradición hedónica se enfoca en la frecuencia de afectos positivos y la satisfacción con la vida, sin necesariamente implicar desarrollo personal; esta distinción cobra relevancia empírica, ya que investigaciones recientes señalan que dimensiones como significado y propósito están más robustamente asociadas al bienestar general que las experiencias placenteras pasajeras; a pesar de las dificultades para operacionalizar EWB, instrumentos como el Questionnaire for Eudaimonic Well-Being (QEWB) han logrado medir constructos como la autodescubrimiento, el esfuerzo por la excelencia y el disfrute de actividades significativas; en definitiva, promover EWB implica orientar nuestras vidas hacia lo que vale la pena ser vivido, fomentando una existencia alineada con la identidad profunda y el desarrollo de las potencialidades humanas más nobles.
Eudaimonic well-being (EWB), rooted in Aristotelian philosophy, emphasizes human flourishing through virtue and self-realization, contrasting with hedonistic well-being focused on pleasure. Modern scholars like Waterman and Ryff define EWB as engaging in meaningful, authentic activities that express the true self. Ryff's model outlines six dimensions—self-acceptance, positive relationships, personal growth, environmental mastery, life purpose, and autonomy—capturing this deeper approach to well-being. Unlike subjective well-being (SWB), which measures life satisfaction and positive emotions, EWB is linked to lasting fulfillment through purpose and meaning. Tools like the QEWB help assess this by focusing on self-discovery and meaningful engagement.
Metacognición y autorrealización: claves del bienestar eudaimónico
Inspirado por la ética aristotélica, este estudio examina cómo la búsqueda de metas personales y la metacognición se articulan en la configuración del bienestar eudaimónico (EWB) en jóvenes universitarios, entendiendo este tipo de bienestar como una vida vivida en concordancia con el verdadero yo y los valores intrínsecos; el modelo propuesto asume que la metacognición, entendida como la capacidad de pensar sobre los propios procesos mentales, actúa como mediadora entre el esfuerzo orientado a metas (goal-striving) y el EWB, mientras que el tipo de aspiraciones personales (goal-aspiration) modula esta mediación, lo cual fue verificado en una muestra de 513 estudiantes mediante un análisis estadístico complejo que incluyó modelos de mediación y moderación en ecuaciones estructurales; los resultados muestran que la metacognición tiene un papel clave al facilitar la identificación de obstáculos, la planificación estratégica y la adaptación en la consecución de metas significativas, y que este efecto es más contundente cuando las aspiraciones se alinean con fines eudaimónicos —como el crecimiento personal, la contribución social o la autorrealización— en lugar de motivaciones extrínsecas como el estatus o la apariencia; en el caso de los adultos, la mediación de la metacognición es total, lo que sugiere que en etapas más maduras la calidad del bienestar depende más intensamente del desarrollo cognitivo autorregulado, mientras que en los jóvenes emergentes aún persiste una influencia directa del esfuerzo hacia las metas; en conjunto, el estudio demuestra que tanto la capacidad de autorregular el pensamiento como el contenido valorativo de las metas son esenciales para cultivar una vida plena, implicando que la metacognición y las aspiraciones eudaimónicas son entrenables y deben ser promovidas intencionalmente en contextos educativos para potenciar el bienestar integral.
Gratitud ***** OLIVER SACKS
Dieciocho meses después, tras completar una versión definitiva de su autobiografía En movimiento, el doctor Sacks recibió la noticia de que esa forma singular de melanoma que había sufrido en el ojo, diagnosticado por primera vez en 2005, había hecho metástasis y ahora le afectaba al hígado. Se trataba de un tipo de cáncer con muy pocas opciones de tratamiento, y los médicos le pronosticaron que probablemente no le quedaban más de seis meses. A los pocos días acabó el ensayo De mi propia vida, en el que expresaba su inmenso sentimiento de gratitud por haber tenido una buena vida. Sin embargo, se planteó si publicarlo de inmediato. ¿No era un poco prematuro? ¿Quería hacer pública la noticia de su enfermedad terminal? Un mes más tarde, literalmente mientras entraba en el quirófano para que le aplicaran un tratamiento que le concedería unos meses más de vida activa, pidió que mandaran el ensayo a The New York Times, donde se publicó al día siguiente. La tremenda reacción de simpatía que despertó De mi propia vida le resultó inmensamente gratificante. Durante los meses de mayo, junio y principios de julio de 2015 gozó de una salud relativamente buena, y pudo escribir, nadar, tocar el piano y viajar. Escribió varios ensayos durante ese periodo, entre ellos Mi tabla periódica, en el que reflexiona sobre la pasión que ha sentido toda su vida por la tabla periódica de los elementos y sobre su propia mortalidad. En agosto, la salud del doctor Sacks comenzó a declinar rápidamente, pero dedicó sus últimas energías a escribir. El artículo final de este libro, Sabbat, fue especialmente importante para él, y repasó cada palabra una y otra vez, destilándolo hasta su esencia. Se publicó dos semanas antes de su muerte, el 30 de agosto de 2015.
Lamento haber desperdiciado mucho tiempo (todavía lo hago); lamento ser tan terriblemente tímido a los ochenta como lo era a los veinte; lamento no hablar otro idioma que mi lengua materna, y no haber viajado ni conocido tantas culturas como debería. Tengo la sensación de que debería intentar completar mi vida, aunque no sepa muy bien qué significa «completar una vida». Algunos de mis pacientes que ya han cumplido los noventa o los cien años entonan el nunc dimittis: «He tenido una vida plena, y ahora estoy preparado para partir». Para algunos, eso significa ir al cielo, y siempre es al cielo antes que al infierno, a pesar de que Samuel Johnson y James Boswell se echaban a temblar sólo de pensar que podían ir al infierno y se enfurecieran con David Hume, que no compartía dichas creencias. No tengo fe en ninguna existencia después de la muerte, ni la deseo: tan sólo albergo la esperanza de perdurar en el recuerdo de los amigos y de que algunos de mis libros puedan seguir «hablando» a la gente después de mi muerte. W. H. Auden a menudo me confesaba que creía que llegaría a los ochenta y que luego se iría “a la mierda” (sólo vivió hasta los sesenta y siete). Aunque ya han transcurrido cuarenta años desde su muerte, a menudo sueño con él, y con mis padres, y con antiguos pacientes; todos ellos ya fallecidos, pero a los que amé, y que fueron importantes en mi vida. A los ochenta años asoma el espectro de la demencia o el ictus. Una tercera parte de mis coetáneos han muerto, y son muchos más los que, afectados por un profundo deterioro físico o mental, se ven atrapados en una existencia trágica y mínima. A los ochenta, las señales del deterioro son perfectamente visibles. Nuestras reacciones son un poco más lentas, cada vez nos cuesta más recordar un nombre, hay que dosificar las energías, pero aun así muchas veces uno se siente lleno de energía y vitalidad, y en absoluto “viejo”. Quién sabe si, con suerte, conseguiré permanecer más o menos incólume unos cuantos años más y se me concederá la libertad de seguir amando y pensando.
Marjorie —una doctora que había sido protegida de mi madre y que había trabajado en el campo de la medicina hasta los noventa y ocho años— se estaba muriendo. La llamé a Jerusalén para despedirme. Su voz me resultó inesperadamente poderosa y retumbante, con un acento muy parecido al de mi madre.—«No pienso morirme hoy», me dijo, «y el 18 de junio celebro mis cien años. ¿Por qué no vienes?»—«Naturalmente que iré», respondí. Pero al colgar comprendí que acababa de rectificar una decisión tomada casi sesenta años atrás.No fue más que una visita familiar. Celebré los cien años de Marjorie con ella y toda su parentela. Vi a otros dos primos por los que sentía un gran aprecio de cuando vivía en Londres, a innumerables primos segundos y lejanos, y naturalmente a Robert John. No me sentía aceptado de ese modo por mi familia desde que era niño.Me imponía cierto respeto visitar a mi familia ortodoxa acompañado de mi amante, Billy —las palabras de mi madre todavía resonaban en mi cabeza—, pero también a Billy lo recibieron con gran afecto. El enorme cambio entre los ortodoxos quedó claro cuando Robert John nos invitó a Billy y a mí a compartir la primera comida del sabbat con él y su familia.La paz del sabbat, de ese mundo detenido, de ese tiempo fuera del tiempo, era palpable, lo impregnaba todo, y me sentí inundado de melancolía, algo parecido a la nostalgia, y comencé a preguntarme: ¿y si esta circunstancia y la otra y la otra hubieran sido distintas? ¿Qué clase de persona habría sido yo? ¿Qué clase de vida habría llevado?En diciembre de 2014 finalicé mi autobiografía, En movimiento, y le entregué el manuscrito a mi editor sin imaginar que dos días más tarde me comunicarían que padecía cáncer metastásico procedente del melanoma que había padecido en el ojo nueve años antes. Me alegro de haber podido completar mi autobiografía antes de saberlo, y también, por primera vez en mi vida, de haber hablado de mi sexualidad de manera plena y abierta, afrontando sin tapujos lo que pudieran pensar los demás, sin guardar en mi interior más secretos ni sentimientos de culpa.En febrero me pareció que, con la misma sinceridad, tenía que hablar del cáncer que me afectaba y de la proximidad de la muerte. De hecho, me encontraba en el hospital cuando escribí el ensayo De mi propia vida, publicado en The New York Times. En julio escribí otro texto para ese mismo periódico, Mi tabla periódica, en el que el cosmos físico y los elementos que tanto me gustaban adquirían vida propia.Y ahora, débil, sin aliento, con los músculos antaño firmes reblandecidos por el cáncer, descubro que mis pensamientos cada vez giran menos en torno a lo sobrenatural o espiritual y más en torno a lo que significa llevar una vida buena y que merezca la pena, alcanzar una sensación de paz con uno mismo. Me descubro pensando en el sabbat, el día de descanso, el séptimo día de la semana, y quizá también el séptimo día de la propia vida, cuando tienes la sensación de que tu obra está terminada y de que, con la conciencia tranquila, puedes descansar.
De la Medición Económica a la Pluralidad Humana
El bienestar ha trascendido su definición tradicional asociada al crecimiento económico para convertirse en un concepto multidimensional que engloba tanto aspectos objetivos como subjetivos de la experiencia humana, lo que requiere una comprensión más holística de los factores que lo configuran; inicialmente limitado a indicadores como el PIB, este enfoque fue criticado por su incapacidad de reflejar la calidad de vida real de los individuos, lo cual motivó a investigadores y organismos internacionales a incorporar dimensiones objetivas como la salud, el empleo, el medio ambiente, la seguridad, la estabilidad política y el desarrollo socioeconómico, complementadas por medidas subjetivas que consideran emociones, percepciones y juicios individuales sobre la vida; el marco propuesto distingue claramente entre el bienestar objetivo, evaluado mediante estadísticas tangibles como esperanza de vida o niveles de criminalidad, y el bienestar subjetivo, medido mediante encuestas de autoevaluación y métodos como el Ecological Momentary Assessment (EMA), reflejando así estados afectivos inmediatos y evaluaciones globales de satisfacción; como ejemplo representativo, el caso de los países escandinavos ilustra cómo políticas que equilibran indicadores estructurales (empleo de calidad, protección medioambiental, participación política) con altos niveles de percepción de felicidad subjetiva, resultan en poblaciones que reportan mayor bienestar general; en conclusión, este enfoque integrador permite no solo diseñar políticas públicas más precisas y humanas, sino también trazar nuevas rutas de investigación en torno al bienestar como una meta legítima del desarrollo sostenible, reconociendo que el progreso social no puede limitarse al crecimiento económico sino que debe abarcar las múltiples condiciones que hacen la vida digna y plena.
FERIAS Y CONGRESOS ________ SERGI PAMIÉS
«El azar es el destino de los pobres.» Lo escribí hace treinta años, camino del aeropuerto, dentro del taxi, con la grandilocuencia de un aforista y la perspectiva de un vuelo transoceánico. Entonces yo era propenso a combatir los nervios de las expectativas con este tipo de digresiones, que anotaba en una libreta que actuaba como papel secante contra la hiperactividad mental. Además de la libreta y del pasaporte, también llevaba la carta que me acreditaba como invitado del Salon du Livre de Québec. Me la había aprendido de memoria, en especial la frase: «Je vous signale que vous voyagerez en même temps que monsieur Vázquez Montalbán». De Manuel Vázquez Montalbán admiraba su lucidez, su capacidad de trabajo y su estilo. Novelista, ensayista, poeta, cronista, satírico y hereje del marxismo, me parecía un virtuoso del sarcasmo y la irreverencia. También era prolijo y presentador recurrente, gastrónomo y cocinero aficionado, erudito del fútbol y abajo firmante de manifiestos de causas perdidas. Lo había conocido el 9 de abril de 1983, en la presentación de uno de sus libros de poemas. El acto se celebró en el paraninfo de la Universidad de Barcelona ante un público escaso, medido por el tono melancólico del ponente. Él superó el miedo escénico leyendo con la misma determinación que habría utilizado si la sala hubiera estado llena. Al terminar, cumplí con la liturgia de que me dedicara un ejemplar del libro presentado, Praga, que todavía conservo. Él fue generoso y cáustico. Generoso porque la dedicatoria —«Para Sergio, uno de los primeros conocedores de Praga»— me otorga la condición de testigo privilegiado. Cáustico porque, sin decirlo, relativiza la decepción de que fuéramos cuatro gatos. Aquel primer contacto reforzó el tipo de vínculo que, gracias a las afinidades electivas, no necesita ser correspondido. Vázquez Montalbán publicaba tanto que lo incorporé como pieza clave de una formación caótica, voraz y autodidacta. En una dimensión subconsciente, también debió intervenir una anécdota familiar que entonces yo no podía conocer porque tardaría unos años en pasar. Seré breve: Vázquez Montalbán era miembro del Comité Central del mismo partido que presidía mi padre. Yo había empezado a publicar y a colaborar en los medios de comunicación y decidí dejar mi trabajo de administrativo, con el que me ganaba la vida, para probar a convertirme en freelance. No tenía deudas, ni responsabilidades familiares ni ninguna vocación política hereditaria. A mi padre, sin embargo, le preocupaba que quisiera sumarme a la tribu de los bohemios (excurso: siempre me ha parecido injusto que los padres quieran intervenir en lo que hacen sus hijos y los hijos no puedan intervenir retrospectivamente en lo que hicieron sus padres). Entonces no me lo comentó, pero al salir de una reunión del Comité Central, mi padre le preguntó si le parecía temerario que yo abandonara un trabajo “de verdad” para hacerme freelance. Años más tarde, mi padre me contó que Vázquez Montalbán había elogiado mis aptitudes y que eso le tranquilizó. Como no he sido tan breve como había prometido, lo compenso con una elipsis: pasaron los años. Vázquez Montalbán se convirtió en un referente novelístico, periodístico, intelectual y humorístico. Yo seguí leyéndolo, y, en la medida en que este oficio me enseña a liberarte del exceso de mitos, dejé de venerarlo para limitarme a admirarlo, sobre todo como topógrafo de una Barcelona de azoteas con pianistas represaliados, o cuando ejercía de forense del futuro y del pasado. Y, de nuevo, el azar. Él era uno de los columnistas más prolíficos y respetados del periódico El País. Allí escribía incluso en la sección de deportes, donde deconstruía las contradicciones del barcelonismo. El periódico le pedía cada vez más artículos, pero él viajaba mucho para promocionar las traducciones de sus libros y no siempre podía atender los encargos ni adaptarse a las servidumbres de las diferencias horarias. Un día, no recuerdo si desde Buenos Aires o Ciudad de México, cuando le pidieron una columna urgente sobre el Barça, sugirió que me la encargaran a mí. La concatenación de movimientos propició que el Salon du Livre de Québec invitara a dos autores de Barcelona traducidos al francés. Uno, consagrado. El otro, debutante y ansioso por descubrir qué significaba viajar «en même temps» que Vázquez Montalbán. Mi propósito era no dirigirle la palabra hasta que él se manifestara. El viaje no debía convertirse en una amenaza oportuna que acompaña y transforma una oportunidad de tranquilidad en una obligación de conversación. Que él conociera a mis padres multiplicaba el riesgo de malentendidos. Por eso entré en la terminal dispuesto a volverme invisible y evitar situaciones incómodas. Afortunadamente, él fue tan eficaz como yo. La combinación de vuelos era Barcelona-Ámsterdam, tres horas de tránsito, Ámsterdam-Montreal y, desde el aeropuerto de Montreal, un autocar de la misma compañía (KLM) hasta la ciudad de Québec. Él tenía fama de ser silencioso, introvertido y, al igual que mi padre, un poco sordo (segundo excurso: durante un tiempo trabajé en el proyecto de una novela en la que todos los personajes eran comunistas y sordos). Era la suma idónea de ingredientes para favorecer la máxima intimidad. De manera que, cuando en el primer vuelo lo vi subir al avión, no le dije nada ni le hice ningún gesto de complicidad para confirmarle que viajaríamos juntos. De hecho, estaba convencido de que nadie le había prevenido de que viajaríamos «en même temps». El reto se iba transformando en pasatiempo: ¿seríamos capaces de llegar a Québec sin decirnos nada? Lo intentamos. Él, desde una timidez que había convertido en escudo. Yo, desde la consciencia del papel de admirador (entonces no sabía que, unos años más tarde, acabaría haciéndole de suplente). Por la experiencia de mis padres sabía que lo que más agradece una persona públicamente conocida cuando tiene la oportunidad de viajar es que le respeten el placer del anonimato. Resultado: hasta Ámsterdam no tuvimos ninguna interacción, ni siquiera una mirada. Y una vez en el aeropuerto, la grandiosidad de la terminal nos convirtió en hormigas abducidas por pasillos mal señalizados en los que, por suerte, abundaban las tiendas libres de impuestos y los quioscos de comida hiper-calórica. El avión hasta Montreal era un jumbo. En el momento de embarcar, la distancia con Vázquez Montalbán se acortó lo suficiente para que, con un esbozo de sonrisa oblicua, él me diera a entender que me había identificado. No era ninguna invitación al diálogo, y yo se lo agradecí. Tampoco soy un prodigio de sociabilidad y me complica la complicidad fumadora. Unos metros más allá, yo, que nunca he fumado, me concentré en contemplar el paisaje. Era un intento de evasión: sostener las piernas y no romper el distanciamiento que, con tanta disciplina y armonía, ambos habíamos cultivado. Resultó que el lugar en el que se había detenido el autocar era de una maravilla. «La perspectiva del horizonte se enriquece con meandros sinuosos y una procesión de bosques perfectamente organizados para adaptarse a los cambios de luz», anoté. Era finales de abril. El deshielo alimentaba un triple caudal que tramitía la abundancia de los excedentes y que me hizo pensar en los paisajes de las novelas de John Irving. El doctor Fever fumaba y se reía solo, como un psicópata con excedentes de vida interior. Vázquez Montalbán fumaba sin inmutarse. Quedaban dos horas de viaje. Y entonces, como interludio majestuoso, una bandada de patos salvajes apareció cruzando el cielo. Hay momentos en la vida en los que todo adquiere un sentido que no te será revelado hasta muchos años más tarde. Es como si lanzaras un bumerán sin darte cuenta de que lo estás invitando a volver, no sabes cuándo, tendrás que verte tú a saber qué. Ni el doctor Fever ni Vázquez Montalbán se dieron cuenta de que me había quedado extasiado contemplando una bandada de patos en forma de V, con los ejemplares más jóvenes en el vértice, marcando la punta de una flecha imaginaria. Luego supe que la sincronización de las bandadas se produce, a través del aleteo, para aprovechar mejor las corrientes de aire. La geometría de estas formaciones no es un capricho estético, sino una medida de ahorro de energía. A los patos les importa un bledo la plasticidad del momento. Si soy fiel a lo que vi, con una cursilería que salta a la vista, anoté entonces, los colores del cielo eran «una premonición de crepúsculo». Quién sabe si quería describir el deseo de sincronizarme con la bandada. La invitación estaba en lo cierto: no estaba viajando con Vázquez Montalbán sino al mismo tiempo. A partir de aquel momento, él abandonó la última fila del autocar (y yo la primera) y, sin la presencia del gigante asiático, pudimos romper el hielo con breves intercambios de, como máximo, tres o cuatro sílabas. Era un pequeño paso para la historia de la comunicación pero un gran salto para resquebrajar nuestras timideces. Nos alojábamos en el hotel Hilton y entonces sí, dejando claro que nuestra comunicación funcionaría a través de una parquedad consentida, él me pidió que lo ayudara con el francés, no porque no lo entendiera sino porque se había olvidado el audífono en casa y temía no oír lo que le decían o no captar los giros de la lubricante fonética quebequesa. Ese fue el pretexto para definir mi papel: situarme siempre al sur de su oreja buena y traducirle una versión aproximada de lo que le preguntaban los editores, activistas, periodistas, colegas y lectores que, en cenas y encuentros, coloquios y entrevistas, se le acercaban para manifestarle una admiración auténtica. Para mí fue un curso intensivo sobre el oficio de escritor. Era mucho más interesante hacer de escudero de Vázquez Montalbán que ejercer de caballero andante de mis propios demonios. Él hizo toda una exhibición de inmensos recursos. Si le preguntaban sobre las recetas inmorales de uno de los libros que promocionaba, hablaba del canibalismo como metáfora del presente. Si le preguntaban por la anunciada muerte de Pepe Carvalho o por la Barcelona olímpica, reivindicaba la memoria desahuciada por el franquismo y denunciaba la especulación y la codicia, que ya presagiaban la estafa neoliberal. Y si tropezaba con interlocutores rabiosamente politizados, les regalaba las palabras y los nombres que deseaban oír: hegemonía, ortodoxia, Berlusconi, Maradona, Concha Piquer. De vez en cuando saboreábamos silencios que solo interrumpíamos si era estrictamente necesario. Y como premio, un sábado que debió de ser inolvidable porque no tomé ninguna nota y me acuerdo de todo. Al final de una mesa redonda sobre literatura catalana, él me propuso salir a dar una vuelta por la ciudad. Visitamos el Château Frontenac, el hotel que definió como “hitchcockiano”, Impulsados por la misma inercia, enseguida nos refugiamos en el bar. Me habló del Barça de Juanito Segarra, de la vocación cinematográfica de su hijo y de las virtudes del Canadian Club, un whisky que los camareros indígenas sabían dosificar. Recorrimos la ciudad, sabiendo que la sordera de uno, la propensión a respetar la jerarquía del otro y la sed en común eran un buen punto de partida para el compromiso histórico. Me contó que se estaba preparando el musical Flor de nit y que su director, Joan Lluís Bozzo, le había recomendado a una cantante griega (creo que era Eleftheria Arvanitaki). Encontramos una tienda en la que, en la sección de World Music, localizó tres de sus cedés, que compró con la sonrisa más explícita que jamás le vi. En ella confluían tres ríos: la ilusión por el musical sobre la Barcelona anarquista y cabaretera, el placer del anonimato sin interferencias y la euforia no dosificada del whisky. Más tarde teníamos una cena con los organizadores del Salon. Cuando, algo encapotados, llegamos al Hilton, él se acercó a la recepción y pidió una máquina de escribir eléctrica. Entonces entendí la diferencia entre un escritor consagrado y un debutante: la máquina de escribir tardó cinco minutos en aparecer y, sin ninguna petulancia, Vázquez Montalbán pidió que se la subieran a la habitación. Faltaba una hora para la cena y me dijo: “Escribo la columna de El País, la envío por fax y quedamos aquí dentro de tres cuartos de hora”. La columna debía de ser sobre la segunda vuelta de las elecciones francesas o sobre el regreso de Maradona a la selección argentina. Fuera como fuera, no se excusó, no se quejó, no dramatizó. A mí me pareció admirable: sabía que tenía que entregar y entregó. No necesitaba condiciones excepcionales para escribir: bastaba con una máquina, una hora, un par de ideas y una cadencia de frases perfectamente acompasadas. Bajó a la hora justa, como si llevara escrito un cronograma invisible, y nos fuimos a la cena, que se alargó más de lo previsto. Cuando, alrededor de la medianoche, regresamos al hotel, me acompañó hasta la puerta de mi habitación y me dijo: “Gracias por la traducción simultánea. Has estado impecable”. Y añadió: “Mañana me voy a Trois-Rivières. No hace falta que vengas”. El “no hace falta que vengas” era un halago. Yo, que había empezado el viaje con la voluntad de mantenerme al margen, lo interpreté como el reconocimiento de haberlo logrado. Me sentí feliz como un bumerán que acaba de encontrar la mano que lo ha lanzado.
Bar Español _______________ Spanish Bar :::::::::::::::::::: Hasta fin de exsistencias
El bar español, en su condición de enclave social, es un lugar mítico que ha definido la identidad cultural de muchas comunidades en España. Representa un espacio donde convergen la rutina y la excepción, donde se tejen historias y se disuelven las penas en charlas cotidianas entre un café solo y un carajillo. Sin embargo, esta institución tan arraigada parece estar viviendo sus últimos días. La modernización urbana, la gentrificación y la mutación de los hábitos de consumo están provocando la lenta desaparición de estos espacios, transformando el paisaje de las ciudades en algo irreconocible. Los bares de barrio, con su bullicio característico y ese olor inconfundible a café recién molido y fritura, están cediendo su lugar a cafeterías temáticas, impersonales y despojadas de la esencia del bar de toda la vida. El final de una era se percibe en las fachadas cerradas, en las persianas metálicas bajadas para siempre, dejando a su paso calles que se sienten vacías a pesar de la abundancia de nuevos locales. El bar español ha sido, por décadas, un punto de encuentro intergeneracional. Ahí los abuelos jugaban al dominó mientras los nietos corrían entre las mesas; los obreros y oficinistas se mezclaban con turistas ocasionales; las conversaciones sobre fútbol y política se compartían con las bromas y el consuelo. Pero en la nueva versión de las ciudades, donde prima lo desechable y lo estandarizado, los bares tradicionales se han convertido en un lujo o un vestigio romántico para nostálgicos. El cambio es especialmente palpable en lugares como el sur de España, donde la gastronomía de barra y la calidez del trato eran la regla. El sonido de la plancha, la textura de un pan con manteca colorá o la charla mañanera con el camarero están siendo sustituidos por vitrinas frías que exhiben bollería industrial. No es solo el final de un lugar físico, sino de una forma de estar y relacionarse, de un espacio que ofrecía algo que los nuevos locales no pueden replicar: autenticidad. Cada cierre marca el fin de un microcosmos, una despedida que duele más porque no es repentina sino gradual, silenciosa, como un susurro que se apaga poco a poco. Los últimos parroquianos se aferran a esos bares como quien se aferra a un amigo viejo, sabiendo que el tiempo les juega en contra. Lo que queda, mientras tanto, es un deseo de registrar, de recordar y de resistir, hasta que se agoten las existencias de ese último bar que sobrevive contra el olvido.
2025
el final de una época
y el final de una forma
http://antolloveras.blogspot.com/2023/11/el-bar-espanol-es-una-parte-fundamental.html
La barrendera dice que el café le ha sentado como Dios. Que rico. El camarero le da su cambio, que ella echa inmediatamente en las tragaperras. 231123

JULY 2020 ÁVILA

MORNING DRIVES


FEBRURARY 2020





VILLACASTÍN
10.19
HOTEL DE CARRETERA
SOPA DE COCIDO Y POLLO AL AJILLO


ÁVILA 09.19
PINCHOS SURTIDOS.
UN CAMARERO PARA CUARENTA CLIENTES.
VISITA DE OBRA CASA SANTIAGO RECADOS VARIOS.

LA BARCA DE VEJER

BBT
ANTIGUA PEÑA TAURINA

PLAZA VEJER
CAMINO A ALGECIRAS

https://antolloveras.blogspot.com/2019/02/cadiz-2019unstable-insallation.html
THE LIGHT IN CÁDIZ
FEBRUARY 2019

RELATED WORKS LLLL
http://lapiezalapieza.blogspot.com.es/2011/07/spanish-bar.html
http://lapiezalapieza.blogspot.com.es/2013/02/supermarket-paula-lloveras-norway-2012.html
SITUATION, CONTEXT AND MEMORY - ONGOING META DOCUMENTARY
CURRENT SELF SCULPTURE USED IN THE ACTION
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MERCADO DE SAN FERNANDO

EL TITI

TWINS MADRID CLASSIC


AMONG MY FAVS ALL TIME
TWINS

FAST CUP

PUERTA DE TOLEDO
CAMERA FIXED
https://youtu.be/7bg01HnYltc

REINA SOFÍA
CAFÉ AL PASO

PIZAA TWIST CON BURRATA

COCK CLASSIC
NEGRONI ON THE ROCKS
TURNING 44 !
COPOS 522

CALLE LIBERTAD

MADRID GALERÍAS
https://antolloveras.blogspot.com/2019/01/blue-pantsmadrid-0119in-out-series.html

CAFÉ BUEN CAFÉ ACID CAFÉ
HUERTAS MADRID
PEDRO MANAGER STAR A BIT BLURRED
01.19

MADRID ENERO 2019
SANTO DOMINGO
CÁDIZ
https://antolloveras.blogspot.com/2019/01/maqueda-cadiz-2019-lapieza.html
RESEARCH

CÁDIZ CATEDRAL
TAPEO FINO

BARBATE TAPAS ATÚN SURTIDO
https://www.youtube.com/watch?v=m-IunmMCjAc

BARCA DE VEJER
CLÁSICO DE CARRETERA

VENTA
CAMINO DE MEDINA SIDONIA

https://www.youtube.com/watch?v=S6fbfn5_Tys
LA ISLA

PUERTO LONJITA San Fernando

https://www.youtube.com/watch?v=FJqZ1-x4fcg
VEJER DE LA FRONTERA
CON VISTAS

CÁDIZ CATEDRAL

CÁDIZ MERCADO DE ABASTOS

CÁDIZ CATEDRAL
MALAGA 12.2018

CRISTO DE LA VICTORIA
BACK IN MADRID
SUNDAY CLASSIC RASTRO
DE REVOLCONAS Y TORREZNOS EN LA LATINA
TRIP TO BOGOTÁ

BAR ALEGRE
TRAS EL SHOW DE MARÍA
https://antolloveras.blogspot.com/2018/11/sin-titulomaria-enriquez-artmatadero.html
FALL 2018
https://antolloveras.blogspot.com/2018/10/fire-stone-watersummer-rituals-2018.html
OLIVA ME CUIDA

CINCUENTA DESAYUNOS CON CRUASÁN ESTRELLA
https://youtu.be/jMkaWygexbg
LA LATINA MADRID AUGUST 2018
https://youtu.be/mFr9BGfQ_EA
https://youtu.be/iqfykZ4CFZ4


EMBAJADORES TRAS EL SHOW DE MONTERO
TORREZNOS Y BOQUERONES - TODO FRITO MAY 2018
CAFÉ Y MIXTO EN UN CLÁSICO QUE SE VA
https://www.youtube.com/watch?v=z1DUwpDoVrM&t=4s
GRACIAS CASTO Y LOLI

ZARAJOS, LACÓN Y TORREZNOS
AFTER MATADERO FACI AND CREW SHOW / MARCH 2018
RAIN RAIN
https://youtu.be/FNp_xsN6yAU
LAVAPIÉS MADRID
POSTORY ASSOCIATED SERIES
http://antolloveras.blogspot.com.es/2017/03/postoryuam-university-2017.html

ALONSO MARTINEZ
MADRID
https://youtu.be/V1tlLePcilc
https://youtu.be/H5JdLkwvpTw
2018 STARTS SECOND YEAR OF NATURAL COLLECTION

MÁLAGA
https://youtu.be/5-f6Z6MJNl0

MÁRMOLES MÁLAGA DECEMBER 2017
https://youtu.be/pC7cog-VhB8

https://youtu.be/wj80cJQk3fw
ON THE HIGHWAY
NEW SUNDAY
AMAZING SUN IN THE CITY
WE WALK ARUND THE CENTER, IS PACKED
WE TAKE SOME GREAT TAPAS AND SANWICHES

CLASSIC ATMOSPHERE
https://youtu.be/ZCn41qIYVoE
NOVEMBER 2017

STARTING AN URBAN DESIGN FOR A RUSSIAN NEW MIXED USE SECTOR
https://youtu.be/yISeGNin3mI
SEPTEMBER
BACK IN MADRID
NOW PRODUCING NEW CONTENT
I DELIVER A COMPETITION FOR A NEW MUSEUM IN NORWAY
LLLL DESIGN SERIES

CLASSIC OLAVIDE
https://youtu.be/PLy9qawnrkk

ALCORCÓN
https://www.youtube.com/watch?v=L7xZJTnsZ4c

MONTERA TOURIST
ON THE WAY BACK

LEÓN

VIVEIRO
09.2017

LADRIDO CORUÑA

FÓRUM COVAS

https://www.youtube.com/watch?v=5uT-DmqAKCE

HIGHWAY NORTH

GRAN SAN BLAS MADRID
NEW URBAN DESIGN COMPETITION
https://youtu.be/Sq3aIU1Omlg
AUGUST 2017
ON THE WAY TO ZAGREB
http://antolloveras.blogspot.com.es/2017/07/the-light-in-zagrebjuly-2017.html
EXHIBITION AT RIGO GALLERY
https://antolloveras.blogspot.com.es/2017/08/collateral-seriestrnslatoril.html

ANTÓN MARTÍN
https://youtu.be/xVvBQN2yKXE
https://youtu.be/28tTbMXXpuI

CASA MINGO

https://youtu.be/uOdNoxs4K4I
SAN BLAS
NEW URBAN PLANNING

MÁLAGA ESTACIÓN
https://youtu.be/RRjp6Ff0WsE
JULY 2017

FUENTE DEL BERRO
ON THE WAY TO ARTURO SORIA

UPM
https://youtu.be/9BUbTjs5R80

VALLECAS
PUERTO DE CANFRANC
VISITANDO LA PLZA PARA EL CONCURSO

ALTAMIRANO

JUNE 27TH 2017
ALTAMIRANO MADRID
CAFÉ SOLO CON HIELO

https://www.youtube.com/watch?v=9Ju_fuikt0s&feature=youtu.be
26 06 17
ARGÜELLES TORTILLA AL PASO

POLÍGONO URTINSA ALCORCÓN
https://www.youtube.com/watch?v=S8yqVv6yyHQ
https://youtu.be/OeAue5aeY48
MERCADO DE LAVAPIÉS - 26 MAY 2017
TORTILLA Y AGUA CON GAS - 43 YEAR AT WORK - FROM ÁVILA !
TANGENCY WITH POSTRY AND ARCHITECTURE CITY NARRATIVES WORKSHOP

https://www.youtube.com/watch?v=Tr7_SFT4svk&feature=youtu.be
BARQUILLO CAFÉ ELEGANTE

CLASSIC MELOS ZAPATILLA
LAVAPIÉS
https://youtu.be/vDglFdCughY
IN MADRID AGAIN
https://www.youtube.com/watch?v=HTt8oibpdfM&feature=youtu.be

PIZZA NEGRA
CROQUETAS BERENJENA
BOSCO SANTA BRÍGIDA

SALIENDO DEL FERROL
https://youtu.be/43ywvNGWWRw

TAKE AWAY PLAYA DE MIÑOhttps://youtu.be/cZV2HDm0BNw

CLÁSICO DE ORTIGUEIRA
CON BIZCOCHO
https://youtu.be/hlcvl2kqoT8

JUNTO A LA RÍA
https://youtu.be/WejuDwFuIFI
TRIP TO THE NORTH
https://www.youtube.com/watch?v=AEje7lDMans

https://youtu.be/CfRnfSEtGvs

https://youtu.be/wE6ooQtZC5M
EN CARRETERA HACIA EL NORTE

https://www.youtube.com/watch?v=4-VEiQnVHDI HORTALEZA
https://www.youtube.com/watch?v=MrZ1hvR9IKU LATINA
https://www.youtube.com/watch?v=ezn-rzPMX9E SAN ILDEFONSO
WALKS WITH M-EN

https://youtu.be/O7jb3FroWhA MOTTEAU
11.04.17 SUPERGOOD TASTE / ALREADY A CLASSIC
AMAZING AFTERNOON SOON WITH BROWNIE AND DOUBLE SHOTS

https://www.youtube.com/watch?v=5IUzybgXfEw

LAVAPIÉS
https://www.youtube.com/watch?v=LfqFz4HhJko
1031 LLLL - SPANISH BAR - CONTEXT AS READYMADE ****

SUNDAY
BEST SWEETS IN THE AREA

BEFORE GETTING THE BOX WITH ECO FRUITS
OPENING DAY

MADRID ANTÓN MARTÍN 4PM
https://www.youtube.com/watch?v=C0-KfHrDrRU

CARRETERÍAS MÁLAGA 8 AM
https://youtu.be/ggqpNtKS11Q
CASA ARANDA
SECOND MEETING TO DEVELOPE THE NEW GREEN SUB-URBAN PLAN
STREETS ARE ALIVE

EL CID - MÁLAGA ___ ATARAZANAS - 5AM
https://youtu.be/9xaV4jyyvRk

EL LACÓN - SANTA ANA - MADRID
https://youtu.be/vvzOaagUTMg
https://youtu.be/pl3htNRBgJs
MONCLOA

https://www.youtube.com/watch?v=xkykxYN-B4M
COMPRANDO COLORES EN SOL
DÍA DE PANES Y RETROFUTURISMOS
ACTIVANDO POSTORY
http://antolloveras.blogspot.com.es/2017/03/postoryuam-university-2017.html

HOTEL SUECIA
https://youtu.be/6u6NlkH9XPk
https://youtu.be/z7hkAiIatJA
SOL 23.03.17
https://www.youtube.com/watch?v=Lk0G_MqKZMA
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ALCALÁ ARRIBA
WITH MARÍA E
ANTÓN MARTÍN CON NURIA Y ES
MATADERO - CASA DEL RELOJ
AFTER MATEO FEIJOO´S PRESENTATION AS ART DIRECTOR AT NAVES

MADRID - SAN BERNARDO - https://youtu.be/pOmPFxAHUnY
COMING BACK FROM MONCLOA
MADRID PUERTA DEL ÁNGEL - DRINKS WITH JULIA BONANNI GOOD MEMORIES
ALGECIRAS - CÁDIZ 2017
https://www.youtube.com/watch?v=GTjpc_V8kLM
GOOD TAPAS - CLASSIC INTERIOR SERIES - AFTER FIRST SWIM