Nacida en la localidad prusiana de Preussisch Holland en 1898, Lotte Laserstein emergió como una de las voces más singulares del retrato moderno en la República de Weimar, articulando con delicadeza y profundidad emocional el tránsito entre la tradición realista alemana del siglo XIX y la vanguardia de la Nueva Objetividad, corriente a la que se adscribe su obra sin despojarse de un lirismo contenido que la distingue de sus contemporáneos; formada académicamente en Berlín, donde fue una de las primeras mujeres admitidas en la Hochschule für die bildenden Künste, su carrera despegó en los años veinte con una propuesta centrada en la figura humana, especialmente en la representación de una nueva feminidad andrógina e introspectiva, como se evidencia en sus múltiples retratos de su modelo y amiga Traute Rose, cuya presencia serena y melancólica se repite como un eco constante de la intimidad emocional que define su estilo; la llegada del nazismo truncó su proyección internacional debido a sus orígenes judíos, empujándola al exilio en Suecia tras una exposición clave en Estocolmo que le permitió escapar del creciente cerco racial en Alemania, donde continuó su labor artística como retratista de la alta sociedad aunque sin alcanzar el vigor expresivo de sus primeras obras; su cuadro más celebrado, Abend über Potsdam (1930), encapsula con maestría el espíritu de una época crepuscular a través de un friso de amigos en un atardecer silencioso, y fue rescatado junto a otras piezas en una serie de exposiciones que entre 1987 y 2018 consolidaron su lugar en la historia del arte europeo.