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lunes, 4 de agosto de 2025

MONOCROMÍAS ENDÉMICAS ________________Endemic Monochromes: Urban Chromatic Intensities and the Hyperplastic Gaze______2013




The series Endemic Monochromes articulates an urban chromatic synthesis where the city emerges not only as a physical environment but as a living, vibrating matrix of monochromatic intensities, captured and ordered through a procedural and fragmentary installation strategy that derives from the intersection of three key series developed between 2012 and 2013: first, the synthetic reduction of TWINS, a dispersed multiform installation in which the city itself becomes an immense hyperplastic entity, condensed through dual-image modules captured in cities such as London, Madrid, Marseille, Nice, Basel, Berlin and Mexico City; second, the radical use of the urban object as monochrome unit, extending prior experiments in LAPIEZA and performative collaborations with Paula Lloveras into dynamic, moving-image contexts; third, the application of the 12X file matrix, previously explored in the FILMADOS and HIPERVÍNCULOS series, serving here as a structural and conceptual chassis. The visual result is a dense grid of double frames, where everyday objects, walls, wires, pipes, flowers, clothes or oranges are captured in meticulous pairs, echoing and multiplying the affective power of colour beyond its decorative function. These “sociochromatic particles” are not isolated aesthetic events but autonomous agents in an unstable composition, embedded in the fluctuating plasticity of urban life, where repetition, symmetry and variation generate silent rhythmic dialogues. As in COPOS, the camera operates like a spoon, gathering chromatic fragments that are then serialised, displayed and recombined as open, non-linear series. Monochromy functions here as a method of condensation and focus, revealing the overlooked tonal consistencies in public space and treating the city not as a neutral background but as a saturated sensorium. Each captured object, each twin image, suspends the ordinary, converting mundane surfaces into intense chromatic statements. The installation’s latent modularity allows for infinite expansion and rearrangement, where each visual unit retains autonomy while entering in tension with others, forming a hyperplastic topography of hue, mass and proximity. Ultimately, Endemic Monochromes proposes a critical shift from the documentary gaze to a socio‑plastic lens, where the politics of perception are refracted through the pulse of colour itself.

Lloveras, A. (2014) Monocromías Endémicas: Síntesis Hiperplástica e Intersección. LAPIEZA Art Series.  

https://antolloveras.blogspot.com/2014/01/monocromias-endemicas-sintesis.html










Las MONOCROMÍAS ENDÉMICAS 
resultan de la intersección de tres SERIES previas.  





(1) Reducción sintética de la serie TWINS, instalación multiforme dispersa, definida en dos fotogramas por elemento. Twins en una instalación total, que toma la ciudad como inmenso elemento hiperplástico. El proyecto de inicia en Londres en 2012, y ha añadido series en Madrid, Marsella, Niza, Basilea, Berlín y en la ciudad de México. 






(2) El uso de la ciudad como objeto MONOCROMO. Evolución del uso de los objetos autónomos monocromos presentados tanto en su forma de instalación en LAPIEZA como en sus forma dinámica junto con Paula Lloveras en videos urbanos. 





(3) El uso de la ficha 12X, ya usada en la presentación de los FILMADOS y en los HIPERVÍNCULOS.








La cromática dispersa de la ciudad se condensa en esta instalación seriada. Cada partícula suma a la instalación. Al igual que en la serie COPOS, la cámara es la cuchara que recoge los fragmentos, que se ordenan y se posicionan en series abiertas. La monocromía en las instalaciones es una forma latente desde 2010, donde cada objeto inestable en la instalación procesual es una autonomía. Su relación con el resto de piezas es un diálogo de peso y forma.



jueves, 28 de marzo de 2019

Resituationism: Art as Urban Counter-Narrative in Malasaña 2011

Emerging from the ashes of Situationism, Resituationism reclaims and reinterprets the radical legacy of urban subversion and critical art within the vibrant, resistive landscape of Malasaña, where art ceases to be merely contemplative and becomes an active force against the spectacle of consumerism; rooted in the principles of detournement, dérive, and psychogeography, this practice dislocates familiar symbols, fragments them, and reassembles them in ways that expose the mechanisms of alienation embedded in capitalist urban life, making of the street not a backdrop but a battleground of meaning—LAPIEZA, a micro-hub of artistic insurgency nestled in Calle Palma, crystallises this ethos by hosting creators such as TOMOTO, whose video series ‘copos’ turns the everyday into haunting moments of urban poetry, or ESLOMO, who rescues discarded objects and reinstalls them into new assemblages, shifting their signification from waste to witness, enacting a form of silent defiance against the erasures of commodification; likewise, JONAY P. MATOS oscillates between décollage and psychogeographic traces, while KRAPOOLA and PAULA LLOVERAS explore hyperdense urban conditions through refuse and conceptual frameworks, building affective topographies from what the system deems irrelevant—thus, Resituationism becomes not just a set of practices but a living methodology that re-scripts the urban surface, proposing new maps of experience and reclaiming public space as a field of collective critique and creative autonomy, forging a poetics of the periphery that resists capture and insists on the transformative power of everyday subversion.
El situacionismo (1957-1972) fue un movimiento que tuvo lugar en París, desde donde se extendió por toda Europa, y que jugó un papel determinante en el famoso Mayo del 68La Internacional Situacionista se constituyó como un colectivo reunido para llevar a cabo una nueva unión de vanguardia e ideología revolucionaria que reclamaba la igualdad y la libertad en el contexto de la denuncia de la sociedad del espectáculo. Para ello se pretendía, entre otras cosas, favorecer que la obra de arte dejara de ser un objeto único y pasara a ser un instrumento crítico, privilegiando la acción colectiva frente a la individual, para cambiar el mundo mediante la construcción de situaciones subversivas que, en el ámbito público, hicieran reflexionar sobre la vacuidad y perjuicio de la alienación que provocaba la sociedad del espectáculo. El principal teórico de la Internacional Situacionista, Guy Debord, propugnaba diversos modos de acción para llevar a cabo esta labor, como la tergiversación (“detournement”) del texto y la imagen, que consistía en la utilización de elementos artísticos preexistentes para formar una nueva unidad, de forma que se perdían los significados iniciales y se formaba un nuevo conjunto significativo más rico, o la deriva (“dérive”), que consistía en un modo de comportamiento experimental relacionado con las condiciones de la sociedad urbana, consistente en vagar apresuradamente por las calles de la ciudad. Mediante la deriva se re-creaba el espacio a través de su vivencia subjetiva, de forma que se elaboraban mapas particulares del espacio público que podían no corresponder con los mapas objetivos/oficiales. La representación gráfica de estos mapas subjetivos determinados mediante la deriva se denominaban psicogeografías. Todas estas estrategias servían para volver a combinar símbolos ya existentes, pero otorgándoles un nuevo sentido crítico con el que construir situaciones subversivas contra la llamada “sociedad del espectáculo”, que no es otra que la sociedad de consumo que nos impone una restringida experiencia de vivir. Otra estrategia involucrada por aquella época en la intervención en espacios públicos con el objetivo de denunciar la sociedad de consumo y la alienación a la que sometía al ciudadano fue el décollage. Empleado tanto por algunos miembros del Nuevo Realismo francés (Jacques de la Villeglé, Raymond Hains, François Dufrêne) como por miembros de Fluxus (Vostell), esta estrategia consistía en el desgarro de carteles publicitarios mediante un acto de piratería que producía formas lingüísticas y gráficas aleatorias, al tiempo que constituía un acto de protesta contra la invasión del espacio público por la propaganda de bienes de consumo. Aunque en principio ajeno al situacionismo, el décollage también consistió en una práctica de tergiversación y modificación de elementos preexistentes que trasladaba al espacio público y al discurso de la cultura de masas la protesta contra la sociedad de consumo. De aquellas protestas del mayo del 68 han quedado algunos medios expresivos con los que estamos muy familiarizados en la actualidad, y más en un barrio como el de Malasaña. Los graffiti, las consignas en los muros o la pega de carteles sin firmar se hicieron populares entonces, y hoy proliferan con distintas funciones, unas más críticas que otras. Muchas de estas formas de expresión han sido incluso asimiladas por la misma sociedad de consumo contra la que se idearon, pero por todas partes aún pueden verse auténticas muestras de estas prácticas que conservan todo el espíritu crítico situacionista. Bajo el título de “arte callejero” esta publicación ofrece una descripción actualizada de las intervenciones que, en este sentido, tienen lugar en el barrio. Toda esta actividad expresiva, reivindicativa y en último término artística, contribuye a un enriquecimiento de la vida intelectual del espacio público que es el barrio, ya que de esta manera un simple paseo por sus calles se convierte en un auténtico ejercicio de reflexión en torno a cuestiones tan importantes como la configuración comunitaria del espacio público, la convivencia entre identidades diversas y los conflictos que genera, la construcción misma de la identidad, etc.
Existe un espacio cultural en Malasaña en el que también podemos observar distintos ejemplos de prácticas derivadas del situacionismo, con diferentes implicaciones a la hora de contribuir a conformar una vivencia subjetiva y más flexible del barrio. Se trata, una vez más, de la sala LAPIEZA, en la calle Palma nº 15. En este espacio, cuyo funcionamiento hemos descrito en otras ocasiones, se dan cita un gran número de artistas, muchos de los cuales centran su práctica en cuestiones relativas a la experiencia subjetiva del barrio en alguna de sus dimensiones. En el caso del videoartista TOMOTOsu serie ‘copos‘ constituye un auténtico registro en vídeo de prácticas de deriva al más puro estilo situacionista, convirtiendo un cotidiano paseo por las calles en un acontecimiento irrepetible, lleno de momentos de gran intensidad subjetiva, a lo que sin duda contribuye la elección de la música de EL INTRUSO como banda sonora con la que construye sus inquietantes atmósferas. ESLOMO, por su parte, ha propuesto en la sala distintos ejemplos de tergiversación, localizando objetos abandonados o arrinconados por las calles y resituándolos en el espacio de LAPIEZA, en el cual rodeados del resto de objetos, contribuyen a formar un nuevo esquema de significado y se resisten a la fugacidad a la que fueron condenados por la sociedad de consumo. Es esta especie de callado y desvalido grito de resistencia el que parece dotar a las creaciones de ESLOMO de la poética narrativa que las caracteriza. Si el “milhojas porno” de JONAY P MATOS recupera prácticas emparentadas con el décollage, su “cintas” se relaciona con las psicogeografías al trazar mediante cinta adhesiva un esquema subjetivo de las relaciones humanas recorridas durante el acto de su creación. KRAPOOLA construye su particular visión psicogeográfica de espacios habitables pero asfixiantes a partir de la acumulación de deshechosPAULA LLOVERAS parece preferir el lenguaje formal del arte conceptual a la hora de plantear sus acumulaciones, pero una creación como “ciudad semilla” (8) también desarrolla aspectos de psicogeografía situacionista cuando se trata de representar el espacio urbano hiperdenso. En resumen, en LAPIEZA pueden encontrarse diferentes psicogeografías, modos de representación subjetiva de un recorrido a la deriva entre los desperdicios de la sociedad de la abundancia con muchos ecos situacionistas y en general de los movimientos críticos de las vanguardias postdadaistasdel siglo pasado. Estas relecturas de lo cotidiano que nos rodea contribuyen, junto con las manifestaciones del arte callejero del barrio, a hacer de Malasaña un entorno activo de reflexión en torno a la vivencia contemporánea del espacio urbano y la sociedad en que se produce.


DANIEL MARTÍN BAYÓN 
CONVERSACIONES CON ANTONIO LLOVERAS 2011

jueves, 2 de enero de 2014

MADRID | 02.01.14 | MARÍA ENRÍQUEZ





> La mímesis y el reflejo | Tarde lluviosa en Madrid. Las calles llenas de paseantes. Me encuentro con Maria Enríquez en su casa estudio de Malasaña, comentamos las fiestas y fotografiamos sus últimas piezas. Tomamos café irlandés bien caliente. Salimos raudos por San Bernardo y atravesamos barrios enteros hacia el norte. Llegamos a Ivorypress Art+Books, donde disfrutamos del espacio, del show y del silencio. Bajamos por Serrano hasta Ayala y tomamos cañas y tapas. Los jueves durante años programé las acciones para Lapieza Relational Art Series. Hoy comienza una nueva serie en movimiento. La ciudad es la escenografía total real.