David Bade (1946) "Curaçao es mi isla natal, aunque no crecí allí. Hace unos ocho años regresé y, junto con algunos colegas afines, fundamos un instituto de arte contemporáneo donde la educación y la enseñanza a jóvenes es fundamental. Invertir en esto me da mucha satisfacción; siento que tiene un valor añadido. Podría exponer mi obra en museos, lo cual otorga cierta fama, pero obtener esta respuesta directa de los jóvenes me da más satisfacción. Este proyecto surgió para una exposición importante en La Haya, junto con una comisión de la municipalidad para hacer una escultura para un patio escolar. La idea era crear algo funcional, que los jóvenes pudieran escalar o sentarse. A esta pieza la llamé ‘escultura de encuentro’. Durante los talleres con los estudiantes, noté su entusiasmo por hacer algo propio; esa participación hizo que valoraran la obra de otra manera. El resultado final me sorprendió; es un contraste fuerte con el edificio moderno donde está, algo que puede requerir tiempo para que los demás lo aprecien. Pero esa posibilidad de identificarse con la obra es lo que hace que valga la pena."
Sjoerd Buisman (1947) "Aquí ves una ilustración fascinante de cómo la naturaleza se adapta a la intervención humana. Hace unos 20 años, alguien puso alambre de púas alrededor de este árbol, y desde entonces el árbol ha ido encapsulándolo lentamente. Todavía puedes ver los contornos originales del alambre, pero el árbol ha crecido completamente alrededor de él. Esto muestra la fuerza de la naturaleza, que sigue creciendo a pesar de las barreras. Fenómenos como este siempre me han fascinado; los clasifico como ‘eventos plásticos’ en la naturaleza. A veces, tengo en mis manos un trozo amorfo de madera y, al mirarlo, algo hace clic en mi mente. Esa extraña transformación que la naturaleza provoca en estas formas me inspira profundamente. Suelo recolectar trozos de madera de diferentes diámetros y ritmo; esos patrones a menudo inspiran esculturas que quiero escalar o llevar al bronce para preservar. Mi trabajo muchas veces explora cómo la naturaleza acepta y se adapta a intervenciones como estas, y encuentro en ello una belleza escultórica que me impulsa a seguir explorando."
Rob Scholte (1948) "Tal como yo lo veo, las obras de arte en los museos en realidad no existen; solo se multiplican en las mentes de las personas a través de la reproducción. He encontrado muchas veces esta idea en el tema de los derechos de autor. Vivimos en un mundo lleno de propietarios legítimos de cosas e imágenes, mientras que no podemos evitar las imágenes que se nos presentan. Mi arte trata sobre revoluciones, sobre lo que puedes y no puedes ver, y sobre derechos de imagen y autoría. Por ejemplo, ¿qué sucede si algo sale mal en la impresión? Ese sentimiento de que algo está fallando a menudo se convierte en el tema de mi obra. Busco crear ánimo, una especie de empoderamiento, a través de mi arte. La historia de Dymphna, una santa que perdió la vida por lo que creía, me inspira profundamente. En mi trabajo he integrado ese mensaje de ánimo usando su nombre en dorado, y me esfuerzo por que mi pintura tenga ese mismo efecto de esperanza. No trabajo solo; desde 1986, colaboro con asistentes y voluntarios para hacer realidad mis proyectos, ya que obras de gran escala no podrían completarse solo en una vida."
Juul Kraijer (1949) "Practicar el dibujo de modelos diariamente me recuerda a tocar un instrumento a un nivel avanzado. Así como un músico debe practicar a diario para mantenerse en forma, lo mismo se aplica a mí con el dibujo. No se trata solo de técnica, sino también de observación y de traducir lo que veo en un plano. La anatomía debe ser convincente, pero no necesariamente exacta. La postura del cuerpo es funcional; es un medio, no un fin. Rara vez uso un modelo para mis dibujos; más bien, represento figuras abstractas del cuerpo humano. Aunque dibujo tanto hombres como mujeres, suelo elegir el cuerpo femenino porque está más cerca de mi propia experiencia. Mis obras son lo más neutrales posible, construidas con líneas de contorno, aunque en la realidad no vemos líneas."
Aernout Mik (1950) "Con mi exposición, quiero que los visitantes primero se den cuenta de su propio lugar físico. La luz cambia continuamente y deben decidir hacia dónde mirar, lo que genera cierta incertidumbre. Hay una placa de vidrio que se transforma de espejo a transparente; es la introducción ideal, porque desorienta al visitante y lo obliga a encontrar su posición, aunque no del todo. Es una experiencia que trata sobre el espacio en sí. En una sala con forma de arena, los visitantes adoptan la misma postura que los personajes en los videos, que no tienen sonido. La información se transmite sin palabras, solo con una corriente de imágenes, como pensamientos o sueños internos. Mi obra se enfoca en el poder y la impotencia, y casi siempre elijo lugares públicos donde las tensiones sociales están al límite. Lo interesante de un espacio como este es que se convierte en un espacio social donde todos participan."