El primer día llevé tijeras de podar a Prospect Park y corté un poco de forsitia. El segundo día comí ajo junto al bulbo. Al tercer día escuché el crujir de mis pulmones y recordé haber estado escondido una vez en un ático acolchado con fibra de vidrio. Al cuarto día vi a los vecinos partir. El quinto día pedí galletas de sándwich de linzer de piña de la casa de té cerrada. En el sexto día, sin casa de campo, pensé en Basho: en Kyoto, al escuchar el cuco, añoro a Kyoto. De plátanos negros hice pan. Luego jugué en el mercado de valores con los plátanos negros extra. Entonces mi manzana de Adán se convirtió en una dulce fruta de chicle. Luego una piedra de aguacate. Luego me paré en mi balcón y lloré por los empleados y las enfermeras. Lloré por mi ciudad jadeando bajo su carga viral. Lloré por los ventiladores perdidos en los almacenes. Luego pedí un nebulizador, tabletas Sunshine chlorella, limones, alcohol isopropílico, albuterol, cáscaras y queso de Annie y leche de nuez de macadamia por internet. Luego asistí a un funeral en Zoom. Entonces aprendí a ser un cuervo y una paloma. Luego sudo lo que había entrado por la almohadilla del pulgar en el rabillo del ojo. Luego entregué mis manos impuras al cielo, me subí a mi tendedero y canté por los muertos.
On
the first day I took secateurs to Prospect Park and cut out some
forsythia. On the second day I ate garlic by the bulb. On the third day I
heard the crackle of my lungs and remembered hiding out once in an
attic padded with fiberglass. On the fourth day I watched the neighbors
leave. On the fifth day I ordered pineapple linzer sandwich cookies from
the shut-down tea-house. In the sixth day, countryhouseless, I thought
of Basho: In Kyoto, hearing the cuckoo, I long for Kyoto. From black
bananas I made bread. Then I gambled in the stock market with the extra
black bananas. Then my Adam's apple became a sweet gumball fruit.
Then an avocado stone. Then I stood on my balcony and cried for the
clerks and the nurses. I cried for my city wheezing under its viral
load. I cried for the ventilators lost in the warehouses. Then I ordered
a nebulizer, Sunshine chlorella tablets, lemons, isopropyl rubbing
alcohol, albuterol, Annie's Shells and Cheese, and macadamia nut milk
over the internet. Then I attended a funeral on Zoom. Then I learned how
to be a crow and a pigeon. Then I sweat out what had entered via my
thumb pad into the corner of my eye. Then I gave up my unclean hands to
the sky, and got on my clothesline and sang for the dead.