martes, 4 de marzo de 2025

El abrazo vegetal


La Ciudad de México, otrora asentada en un lago y con vocación agrícola, ha transitado hacia un entorno dominado por el concreto, el asfalto y el metal, siguiendo las lógicas del urbanismo capitalista que prioriza la movilidad vehicular y el mercado inmobiliario por encima de la vida orgánica. Sin embargo, la naturaleza no ha desaparecido, sino que ha mutado para sobrevivir en los intersticios del diseño humano. Un ejemplo elocuente se halla en Coyoacán, donde árboles se abrazan literalmente a postes de luz y sus raíces serpentean por las aceras, configurando lo que la autora llama un “abrazo urbano”. Este fenómeno evidencia una resistencia simbólica de lo vegetal ante la supresión sistemática de los elementos naturales en el espacio urbano, mostrando cómo la flora se reapropia del territorio en un gesto silencioso pero poderoso. En este contexto, el “abrazo” se transforma en metáfora de coexistencia entre lo vivo y lo construido, desafiando la percepción de que la ciudad ha exterminado por completo sus orígenes naturales. A través de esta observación, se pone de manifiesto que incluso en los escenarios más hostiles, la vida encuentra caminos para persistir, adaptarse y reclamar presencia. La resiliencia de estos árboles no es solo biológica sino también simbólica: interpela nuestra relación con el entorno, cuestiona el monocultivo del cemento y sugiere una política del paisaje donde lo natural no es decorado sino actor legítimo del devenir urbano.




Liliana López Levi (2023). Abrazo Urbano. URBS. Revista de Estudios Urbanos y Ciencias Sociales, 13(1).